miércoles, 29 de octubre de 2014

4ª Etapa. De Santiago a Finisterre (Camiños Chans - Finisterre)




Descripción : Esta última etapa discurre en gran parte bordeando la costa que nos lleva desde la ría de Cee y Corcubión al Faro de Finisterre.
Pasado Corcubión, tendremos que ascender un pequeño pero acusado repecho, hasta el Campo de San Roque.
Se desciende hasta llegar a la playa de Estorde, perteneciente otra vez al concejo de Cee.  A partir de aquí, ya no abandonaremos el concejo de Finisterre.
Se sale de Sardiñeiro por un tramo del Camino Real que culmina en el Mirador de Finisterre.  Se llega a la Playa de Talón y a continuación, a la de Langosteira, la cual nos llevará a Finisterre subiendo por el Barrio de San Roque.
Ahora ya sólo nos queda subir unos 3,5 km. hasta el faro siguiendo la carretera hasta llegar al mojón de los 0 km. donde termina (o empieza) nuestro camino.

Interesante :
  • Iglesia de San Marcos (Corcubión) : del siglo XIV, está catalogada como Bien de Interés Cultural.  De origen románico, la mayor parte de la construcción pertenece a la etapa gótica, incluso con posteriores reformas en el XIX. 
  • Playa de Estorde (Toba-Cee)
  • Playa de Talón (Finisterre) 
  • Playa de Langosteira (Finisterre) : Playa de unos 2 km. de longitud, con zona de dunas y un paseo marítimo que culmina en la Cruz de Baixar en el barrio de San Roque, ya en la localidad de Finisterre.
  • Iglesia de Sta. Maria das Areas (Finisterre) : del siglo XII, se encuentra en la subida hacia el faro.
  • Iglesia Nosa Señora de Bo Suceso (Finisterre) : de estilo barroco (s. XVIII).  Está situada en la Plaza de Ara Solis.
  • Edificio de la Sirena (cabo Finisterre) : construido por el arquitecto Angel García del Hoyo, en 1889, alberga en la actualidad el Centro de Información Turística.  Se construyó, para que, en los días de niebla en los que no se apreciaba la luz del faro, emitiese una serie de sonidos estridentes para alertar a los barcos.
  • Faro de Finisterre : Fue construido en 1853 por el ingeniero Félix Ubagón.  Hasta hace poco, era considerado como el faro más occidental de toda Europa.  Aunque se ha comprobado que en Portugal e incluso el de Touriñán, en la propia Galicia, lo superan. Durante miles de años se pensó que cada noche el sol se apagaba en sus aguas, y más allá de él sólo existía una región de tinieblas y monstruos.   Existe la costumbre de quemar o dejar algún objeto que nos haya acompañado durante el camino (ropa, piedras con inscripciones, tarjetas,....).  Y lo que sí es imprescindible, es quedarse a contemplar, en silencio, su espectacular puesta de sol.     

“… no está en el fin del mundo, él mismo es el fin del mundo, la última sonrisa del caos del hombre asomándose al infinito”.
                                                                 Camilo José Cela



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