miércoles, 24 de agosto de 2022

Miradores del Navia (Boal)





Cód. rutaPR-AS 299 Dificultad : Baja.
Desnivel230 m. 🔻
                  229 m. 🔺
Núm. kms : 11,3 km.

Duración : 3h. 1/2 aprox.
Fecha : 22 de enero de 2.022

Descripción :
    La ruta denominada "Ruta Viesgo Miradores del Navia", inaugurada en 2017, fue promovida por la "Sociedad de Amigos de Boal" bajo financiación de la compañía eléctrica Viesgo. 
    Es de recorrido circular, con punto de partida y de llegada en el Área Recreativa Puente de Castrillón.  Como se indica en el panel informativo ubicado en dicha área, es recomendable iniciarla atravesando el puente en dirección hacia el pueblo de El Rebollal, para evitar la pronunciada subida que hay desde el área recreativa hasta Piñeira.
    Se encuentra muy bien señalizada.  Quizás el único punto dado al despiste es al llegar a la capilla de San Juan, en Silvón.  Habrá que estar atentos para no continuar por la pista.  Hay que girar a la derecha para tomar el camino que bordea dicha iglesia.
    Aunque según se aprecia en el mapa de desnivel, se trata de una ruta de subidas y bajadas, es fácil de caminar.  Discurre en su totalidad por pistas y caminos forestales, incluyendo algún tramo de carretera.
    Uno de los atractivos de esta ruta, como es obvio, es el de disponer de atractivos miradores (con algún banco incluido) desde los que contemplar el río Navia en su discurrir por esta comarca.  Junto con las vistas de los embalses y presas que aprovechan sus aguas (embalses de Arbón y Doiras).
    Otro aspecto importante es cruzarse con pequeños pueblos semiabandonados, como Piñeira, Silvón o El Rebollal, este último en venta desde 2009, fecha en que se quedó sin habitantes.  Son ejemplos vivos, válgase la paradoja, de la cada vez más creciente despoblación de la Asturias rural.
    Una primera causa de esta despoblación se dió entre finales del s.XIX y principios del s.XX.  La emigración a tierras americanas buscando una salida con la que aliviar el hambre que se sufría en estas aldeas.  Los llamados "indianos" nunca olvidaron su tierra de origen y, gracias a los que lograron hacer fortuna, se construyeron escuelas, lavaderos, canalizaciones de agua..... y sus famosas quintas indianas, fácilmente distinguibles por sus palmeras.  Se pueden ver numeroso ejemplos de ello en Boal, capital del concejo.  Y, en Doiras, las antiguas escuelas edificadas gracias a las aportaciones de la Sociedad de Instrucción "Naturales del concejo de Boal", de La Habana.  
    Otro factor de este abandono queda claramente patente en la localidad de Doiras.  En los años 30, fecha en que se construyó la presa por donde pasa esta senda, la parroquia llegó a sobrepasar los 1.300 habitantes, frente a los 98 actuales.  Al cruzar el pueblo, van apareciendo vestigios de aquella época, como son las viviendas destinadas a alojar a los operarios que llegaron de fuera para trabajar en su construcción.  A día de hoy, se hallan abandonadas.  También es de destacar la casa que, durante 60 años, sirvió de residencia para ingenieros y directivos de la empresa propietaria del embalse.  Disponía de pista de tenis, garajes y hasta piscina.  Actualmente restaurada y conocida como "Residencia Viesgo".
    Ya en las afueras de Doiras, por carretera, se pasa al lado del Palacio de Verdín (s. XVIII) para seguir hasta la localidad de Piñeira, desde donde comienza un fuerte descenso atravesando un bosque autóctono (ahora ya por pista) en el que el camino se cruza con el río Roxío hasta llegar otra vez al área recreativa.
    El área recreativa "Puente de Castrillón" merece por si sola una buena visita.  Situada en zona boscosa y a orillas del río Navia por un lado y del Roxío por otro, cuenta con merendero, un pequeño embarcadero, trampolín para pegarse un buen chapuzón y hasta una preciosa cascada.
 

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